jueves, 10 de junio de 2010

Mi reina decías... reina de nada, es lo que fui.


Sinceramente este mes, concretamente este fin de semana.

Me has demostrado algo que olvidé hace tiempo y es que tu egoísmo puede más que el resto de tu vida, más que una amistad de hace cuatro años.

Demostraste más cosas, como que lo que tu llamabas amor era simplemente besos y caricias...

Demostraste que por todo lo que he luchado, todo por lo que perdí mi vida. Todo es una falsa más.

Me has abierto los ojos, he visto la realidad, mentira tras mentira que yo me creí como una imbécil y tengo que serlo para aun así tener la esperanza de que todo esto es una gran mentira y que realmente sientes algo por mi.

Puede que yo te fallase alguna vez, nadie es perfecto, y por eso te perdoné la primera vez, aunque después por el maldito amor te perdone una segunda, una tercera, una cuarta. Y en marzo fue la sexta y sinceramente no quiero que haya una séptima, porque eso solo confirmaría lo que ya creo, que soy imbécil pero además que no aprendo de un gran error: perdonarte todo.

Ahora, aunque me duela decirlo, quiero que salgas de mi vida, que te alejes de mí, que alguien te haga lo mismo que me has hecho a mí, quiero que alguien a quien ames, a quien admires y perdones todo te rompa el corazón veinte veces y tú como un completo idiota le perdones, hora tras hora; día tras día, durante cuatro años.

Solo quiero una cosa, que te vayas. VETE DE MI VIDA aunque me duela, estaré mejor sin ti.